jueves, 9 de junio de 2011

El MURAL DE LA RESITENCIA, NOVIOLENTA

Por: Jhon Jader Acosta Vergel.

Comunicador social.

Soñarejú, Asociación Educar para la Paz y la Noviolencia.

Objetores y Objetoras por conciencia Cúcuta, Norte de Santander


Entre trazos, líneas de colores y lírica Rap. Se logró cumplir el objetivo del taller de esténcil, en el que las y los jóvenes de la ciudadela de Juan Atalaya y otros barrios aledaños expresaron su objeción por la guerra y la violencia. Con el apoyo de nuestro nuevo parcero Emilio Torres, integrante del colectivo Beligerarte, se dio inicio al trabajo y al proceso de esténcil en la fundación creciendo unidos. Que más tarde dio frutos significativos a la hora de crear y pintar.

Con la participación de 20 jóvenes algunos ya con experiencia en el Grafiti y otros en el camino del Hip-hop y el Rap, se logró articular esfuerzos con los demás chicos para construir una idea colectiva que pudiera sensibilizar y cuestionar a toda la comunidad, dejando en el muro un mensaje profundo e impacto en las mentes de las personas.

La socialización del tema de la objeción por conciencia se abordó el sábado 14 de mayo de manera dinámica y con el enfoque socio-afectivo, de confrontación y transformación de conflictos, que evidenciaron muchas situaciones personales y sociales.

El domingo 15 en la mañana se hizo una presentación en Power Point por el tallersista Emilio, que contextualizo la situación del servicio militar obligatorio en Colombia; hablo del el arte como proceso de resistencia y acción noviolenta.

Las dudas se aclararon para muchos jóvenes que tal vez nunca habían escuchado este tema o mejor aún, que no sabían que la objeción era un acto natural del hombre, un derecho fundamental, una posición política, social, filosófica, moral y religiosa.

Rápidamente las ideas para construir el mural salieron a flote, como si los cerebros reaccionaran ante un dejavu histórico difícil de olvidar. Después de una larga socialización los participantes propusieron imágenes antimilitaristas y transformadoras que pudieran generar reflexión y acción.

Como artesanos todos se dedicaron a construir sus instrumentos de paz, dedicando horas a moldear los pinceles y tener preparos los aerosoles de colores; las únicas armas que no derramaría sangre en un campo de batalla. Herramientas que lograse despertar la conciencia de aquellos que caen, al abismo infinito de la insensibilidad y la violencia.

Finalizando la tarde, Entusiasmados y con idea en mente. 15 jóvenes estuvieron enfrente de un gran lienzo de concreto, sacaron sus herramientas y los colores de la conciencia para crear el Mural de Resistencia Noviolenta.

Agradecemos a aquellas personas que participaron del taller y que día a día desde su sentir, pensar y actuar construye iniciativas de paz y Noviolencia, a las organizaciones. Civis, Fundación Creciendo Unidos, Beligerarte, Asociación Educar para la Paz y la Noviolencia y Soñarejú por esta experiencia significativa en el barrio Juan Atalaya de Cúcuta.